Lavarse la cara, oxigenarse, descargarse y cantar. Uno diría que eso es lo que ha hecho Rebeca Jiménez en "Valiente", su nuevo disco. Las canciones respiran libertad, incidiendo en los puntos fuertes de su aclamado debut pero también abriéndose a nuevos territorios en los que trabajar.
Ya han pasado tres años desde que Rebeca se presentara en sociedad con "Todo llegará", un trabajo con el que demostró que la ruta abierta por Quique González aún tenía recovecos que explorar y carreteras secundarias que transitar, especialmente para una intérprete única en España. En la piel de toro nadie como ella entiende la roots music del país de las barras y estrellas. El título lo dice todo.
En "Valiente", Rebeca no deja de inspirarse en la música americana que tanto ama, en ese polvoriento rock de cadencia folk que tan bien domina, aunque aprovechando sonoridades pop que refrescan su propuesta. Su voz de áspero terciopelo, siempre emocionante, rompe las cadenas de los complejos para presentarnos a una cantante que ha crecido como intérprete, lanzándose tras la melodía más ágil pero también dejando fluir el soul a través de su garganta o creando climas íntimos en los que contiene sentimientos para atarlos y liberarlos a su antojo.
Rebeca Jiménez es una songwriter cada vez más cerca de la madurez, lista para saltar de su alma al papel y verter la tinta en notas musicales fantásticamente arropadas por un plantel de "números uno" del rock nacional. El trío encargado de respaldarle es el formado por Mario Raya a las guitarras, Jacob Reguilón al bajo y Toni Jurado a la batería, una garantía de feeling y ejecución importada desde el planeta rock. Los invitados tampoco se quedan cortos, ahí están entre otros Carlos Tarque (M Clan) apoyando en los coros, Miguel Malla al saxo, César Pop (Pereza) al piano y Javier Pedreira demostrando por qué es un guitarrista deseado en la primera división de la música española.
El vibrante comienzo con el rock de "Luna halcón" sienta las bases necesarias para saber de quién estamos hablando: Una mujer con actitud, mucha actitud. Con el vuelo emprendido pero con la intensidad ya al rojo vivo llega "Volverás", primer single, un balazo de delicadeza y sensibilidad, un sensato acercamiento al pop desde una perspectiva rockera, un medio tiempo de lujo. El soul se apodera de "¿De qué lado estás?", donde el saxo se hermana con la emocionante voz de Rebeca en el que es uno de los temas estrella del disco. "Valiente" supone un puente entre pasado y futuro, con una estructura de RnB clásico que viene a ser rota por un melódico estribillo que se cuela en la mente y del que no se puede escapar. Y no será la única sorpresa. En "Sigue la señal" la cantante pone a prueba su capacidad interpretativa sobre un delicado colchón ambiental sostenido por un teclado sobre el que demuestra la fuerza de su voz para desembocar en una nueva catarata soul. Este disco tiene alma.
Es hermoso imaginarla sentada al piano en la íntima "Salto al vacío", con su voz rota derribando barreras, lista para rematar con "Cada día cuesta más". Por separado ambas canciones funcionan, pero unidas sencillamente arden cual bálsamo para la ruptura sentimental. Todo listo para la explosiva "Mil maneras", que crece poco a poco, sacudiéndose las cenizas para levantar el vuelo con un estribillo comercial bien entendido, un punto de encuentro entre Lucinda Williams y Jewel. "Dispárame" es propietaria de la mejor letra que jamás haya firmado Rebeca (esta vez en colaboración con su amigo Albert Lesán), un acta de devoción sentimental rubricada por una instrumentación rica, una radiante lluvia de matices sobre los que destaca la potencia de la cantante, quien disfruta al sentirse arropada por tal espectáculo sonoro con un final torrencial. "Acuérdate cuando te hablen de mi", estratégicamente colocada como leve parada, es una dolorosa bocanada de aire con el piano y los teclados articulando una canción que reincide en algo que a estas alturas del disco ya se sabe: El estilo Rebeca Jiménez existe.
La redención expresada en la bella "Un poco de suerte no vendría mal" provoca que la honestidad del disco resuene con mayor fuerza, como un estruendoso eco que anuncia un final cercano. La encargada de clausurar la escucha es "Creer en ello", despidiéndose con la reafirmación como temática central, haciendo hincapié en la fuerza de un estupendo órgano Hammond y unos coros medidos entre cuyas voces se encuentra la de Vicky Gastelo.
"Valiente" es un disco bien contrapesado por la detallista producción de Bori Alarcón, lleno de momentos diurnos para ver salir el sol y de fotografías nocturnas donde la reflexión cae como un oscuro manto. Las experiencias vitales nutren letras personales tan cálidas que podrían encajar en cualquier vida cotidiana donde haya corazón. Rebeca consigue hablar de tú al oyente y este sólo puede aceptar su invitación y prestarle oídos.
Hay que escuchar lo que la chica de la áspera voz de terciopelo tiene que contar. Porque te va a hablar de ella. Porque te va a hablar de ti.
JUANJO ORDÁS
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